ESTUDIO DE WALDERHAUG Y COLABORADORES (2007)

Walderhaug y colaboradores (2007) buscaron investigar el rol de la serotonina en la regulación del estado de ánimo y de la impulsividad.  Existía evidencia previa del rol de la serotonina en estos dos aspectos.  En el estudio buscaban ver si hombres y mujeres sanos reaccionaban de manera diferente en medidas de estado de ánimo y de impulsividad cuando los niveles de serotonina en el cerebro se disminuían.  Esperaban que las mujeres reportaran una disminución de su estado de ánimo mientras que los hombres adoptaran un estilo de respuesta impulsiva.

Ellos llevaron a cabo un estudio en participantes sanos usando la técnica de depleción aguda de triptófano (DAT), para lo cual se administró una bebida que contiene una mezcla de aminoácidos que no contiene triptófano.  Al grupo de control se le dio una bebida con una mezcla de aminoácidos similar, pero a la cual se le añadió triptófano.  La técnica de DAT lleva a una disminución de los niveles de serotonina en el cerebro.  La serotonina es un neurotransmisor que, aunque se produce en el intestino, no puede pasar la barrera hematoencefálica.  Por lo tanto, también tiene que elaborarse en el cerebro, requiriendo de triptófano, aminoácido esencial para su producción.

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ESTUDIO DE CROCKET Y COLABORADORES (2010)

Crocket y colaboradores (2010) investigaron el efecto de la serotonina en el comportamiento prosocial.  La serotonina es un neurotransmisor inhibitorio que está involucrado en el mantenimiento de un estado de ánimo estable.  Por otro lado, investigaciones han evidenciado que el comportamiento prosocial se ha asociado con el funcionamiento adecuado de la serotonina, promoviendo el control de los impulsos agresivos.  También hay evidencia que la serotonina amplifica la aversión a causar daño a otros, favoreciendo el comportamiento prosocial y desalentando el comportamiento antisocial.  Adicionalmente, hay estudios que demuestran la tendencia a mostrar comportamientos impulsivos (Walderhaug y colaboradores, 2007) y agresivos (Passamonti y colaboradores, 2011) cuando hay déficits de serotonina por una depleción de triptófano, aminoácido esencial para la producción de serotonina.  Lo anterior se relaciona con el hecho de que la serotonina se encuentra en estructuras relacionadas con el juicio y el comportamiento moral como lo es, la corteza prefrontal ventromedial (CPFVM), la ínsula y la amígdala. 

El objetivo de este estudio fue el de investigar si el aumentar los niveles del neurotransmisor serotonina afecta el juicio moral incrementando tanto la motivación a ayudar a otros como la aversión a causar daño personal.

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