ESTUDIO DE DAVEY Y COLABORADORES (2017)

Davey y colaboradores (2017) utilizaron la RMf para investigar el rol de la corteza prefrontal medial (CPFM) en casos de depresión severa en relación con los procesos de autoevaluación. Los pacientes con depresión tienden a hacer una evaluación negativa de sí mismos, llevándolos a tener una autoimagen negativa, la cual se considera estar controlada por la CPFM.  La teoría postula que la CPFM actúa de manera directa en los procesos relacionados con el ser, regulando la corteza cingulada posterior (CCP), cuya actividad aumenta durante la autoevaluación explícita y tiene conexiones con el sistema límbico relacionado con las emociones.  Por otro lado, se ha encontrado que la CPFM está involucrada en la cognición autodirigida como la memoria autobiográfica y la planeación personal.

Se realizaron RMfs a 71 adolescentes y adultos jóvenes con trastorno depresivo mayor TDM, algunos con trastorno de ansiedad social concomitante y a 88 participantes sanos.  Es en esta edad cuando la autoevaluación es particularmente importante y la depresión todavía no es crónica y por lo tanto está menos influenciada por los tratamientos.  De hecho, ninguno de los participantes había tenido tratamiento farmacológico para la depresión.  

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ESTUDIO DE SHAROT Y COLABORADORES (2007)

Sharot y colaboradores (2007) hicieron un estudio sobre memorias vívidas (flashbulb) relacionadas con los hechos de septiembre 11 de 2001 en la ciudad de Nueva York. Ellos combinaron técnicas comportamentales y de neuroimagen (RMf), teniendo en cuenta dos objetivos: (1) explorar las bases neuronales de este tipo de memorias y (2) clarificar las características de los eventos emocionales que puedan llevar a la activación de zonas específicas del cerebro.  Se propuso la hipótesis de que la amígdala sería importante en la codificación y recuperación de memorias emocionales.

Tres años después de los ataques terroristas del 11 de septiembre, se pidió a 24 participantes que estaban en Manhattan ese día que recuperaran sus memorias sobre ese ataque, así como memorias de otros eventos del verano de 2001.  Para hacer esto, mientras se les hacía la RMf se les mostraba una palabra clave que se apareaba con la palabra septiembre o verano para indicar qué tipo de memoria debían recordar.  Después de la sesión en el escáner, los participantes calificaron la experiencia de las memorias vívidas en aspectos como su nivel de excitación, intensidad y confianza.  También se les pidió que escribieran una descripción de sus memorias.  En el momento de los ataques a las torres gemelas, algunos participantes estaban cerca al World Trade Center y otros más lejos en Manhattan. 

Tomado de https://time.com
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ESTUDIO DE ASPINALL Y COLABORADORES (2015)

Aspinall y colaboradores (2015) hicieron un estudio utilizando un EEG portátil con el fin de investigar los beneficios potenciales de la recuperación emocional en situaciones de estrés en espacios verdes, de acuerdo con la teoría de la restauración.  Esta teoría propone que los ambientes naturales promueven la recuperación del estrés y la fatiga.  Los participantes fueron 12 estudiantes (8 hombres y 4 mujeres) de la Universidad de Edimburgo con una edad promedio de 30 años.  Se les pidió que caminaran una ruta de unos 25 minutos que pasaba por una zona comercial con mucha gente y poco tráfico (a), luego por una zona verde (b) y por último por una zona comercial con mucho tráfico y ruido (c) del centro de Edimburgo. 

Con el EEG portátil se analizó la experiencia emocional de los participantes en las diferentes zonas de la ruta.  Los resultados evidenciaron menor nivel de frustración y excitación, así como un mayor nivel de meditación al entrar al espacio verde.  Al pasar de la zona verde a la comercial el nivel de excitación y alerta se incrementó.  Se concluye que este estudio apoya la teoría de la restauración en la medida que muestra reducciones en la excitación y frustración, así como un aumento en el nivel de meditación al pasar de un ambiente comercial a uno verde.  En el estudio se evidencia la necesidad de promover espacios verdes en las zonas urbanas con el fin de mejorar el estado de ánimo de los ciudadanos. 

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ESTUDIO DE ANTONOVA Y COLABORADORES (2011)

Antonova y colaboradores (2011) diseñaron un estudio para ver el rol de la acetilcolina en la memoria espacial, utilizando una RMf.  La escopolamina es un antagonista de la acetilcolina (ACh), neurotransmisor involucrado en la memoria, debido a que bloquea receptores de ACh en el hipocampo y afecta el aprendizaje de nueva información.  Se ha encontrado que la escopolamina perjudica el aprendizaje espacial cuando se administra antes de su adquisición, pero no durante la recuperación.  Se predijo que la escopolamina disminuiría la activación del hipocampo en una tarea de aprendizaje espacial. 

Los participantes fueron 20 adultos varones sanos física y mentalmente con una edad promedio de 28 años; la salud física y mental fue un control importante para no poner en riesgo a los participantes.  Se les realizó una RMf en un diseño experimental de doble ciego con medidas repetidas.  Se incluyeron dos condiciones de inyecciones subcutáneas: Escopolamina o placebo (solución salina).  La inyección se les aplicó entre 70 y 90 minutos antes de RMf.  Todos los participantes fueron escaneados dos veces, la mitad recibió placebo y la otra mitad escopolamina en la primera sesión.  La segunda sesión se hizo unas tres semanas después, en la otra condición.

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ESTUDIOS DE DRAGANSKI Y COLABORADORES (2004, 2006)

Draganski y colaboradores (2004, 2006) han realizado estudios de RME con el fin de visualizar cambios en la sustancia gris del cerebro que evidencian plasticidad como resultado del aprendizaje.  El estudio de Draganski y colaboradores (2004) demostró un cambio estructural transitorio asociado al procesamiento y almacenamiento de movimientos visuales complejos que se requieren para realizar una actividad de malabarismo.  Se dividieron 24 voluntarios (21 mujeres y 3 hombres) con una edad promedio de 22 años en dos grupos; ninguno de los participantes tenía experiencia en hacer malabares.  A todos los participantes se les hizo una RME al inicio del experimento.  A uno de los grupos se les enseño a malabarear tres pelotas durante tres meses y el otro fue el grupo de control.  Cuando los participantes del primer grupo demostraron habilidad para malabarear, se les volvió a hacer una RME.  Adicionalmente, se les hizo otra RME después de tres meses, tiempo durante el cual no volvieron a practicar el malabarismo.  A los participantes del grupo de control también se les realizó una RME a los tres meses del inicio del estudio.  En todas las RMEs se utilizó la técnica de morfometría basada en voxel (MBV). Esta técnica permite ver cambios sutiles en la estructura tanto de la sustancia gris como de la sustancia blanca del cerebro.

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