Corkin y colaboradores (1997) presenta los resultados de una Resonancia Magnética Estructural (RME) realizada a Henry Molaison, conocido durante su vida como HM, en 1992 a la edad de 66 años. El caso de HM es tal vez el más estudiado en la historia de las neurociencias. HM, caso que se discutirá con detalle más adelante en la sección sobre localización de funciones en el cerebro, presentó una severa amnesia anterógrada porque no lograba crear nuevas memorias explícitas como resultado de una cirugía en la cual le retiraron el hipocampo y otras áreas del lóbulo temporal medial de ambos hemisferios cerebrales. Presentó también una amnesia retrógrada parcial de los último 11 años antes de su cirugía, la que se llevó a cabo cuando él tenía 27 años en 1953 como tratamiento para una epilepsia intratable con medicamentos. Corkin (1984) había realizado una Tomografía Axial Computarizada (TAC), pero la resolución de ese examen era limitada; por ese motivo decidió hacerle una RME con el fin de evaluar con mayor detalle la extensión del daño cerebral relacionado con su severa limitación en la memoria.
La cirugía que se le realizó a HM incluyó la extracción bilateral de áreas del lóbulo temporal medial: Giro del hipocampo, amígdala y lóbulo piriforme. En la RME se evidenció que el daño como resultado de la cirugía era menor al estimado por el cirujano Scoville. Esta escanografía mostró que las siguientes áreas cerebrales estaban afectadas o ausentes: Amígdala, corteza entorrinal, corteza perirrinal, corteza parahipocampal y formación hipocampal, de manera más pronunciada en la región anterior. Se concluye, teniendo en cuenta estudios con otras personas con amnesia y estudios con animales, que para tener una amnesia tan severa como la de HM se requiere de lesiones bilaterales del lóbulo temporal medial que incluyan no sólo el hipocampo sino también las cortezas entorrinales y/o perirrinales. Aunque lesiones de la formación hipocampal puede llevar a una amnesia, si ésta incluye otras estructuras de los lóbulos temporales mediales, el síndrome amnésico sería más severo; estas otras zonas del cerebro pueden tener un papel crítico y de manera independiente en la memoria humana.
Se observó también atrofia sustancial del cerebelo, aunque esta lesión probablemente no se debió a la cirugía sino a los medicamentes anticonvulsivos que HM tomaba para tratar de controlar su epilepsia antes y después de la cirugía.
La corteza cerebral (frontal, temporal dorsal, parietal y occipital) y sus conexiones subcorticales estaban preservadas, logrando conservar funciones ejecutivas, de lenguaje y perceptuales en HM. Igualmente, las áreas subcorticales como los ganglios basales también estaban intactos, permitiéndole aprender habilidades y hábitos, sin ser consciente de este aprendizaje, ya que éstos por lo general son automáticos e involuntarios.
Esta RME llevó a la conclusión de que las estructuras de los lóbulos temporales mediales que fueron removidas en HM son cruciales para la formación de la memoria declarativa a largo plazo y para la recuperación consciente de hechos y eventos (memoria episódica).
Evaluación del estudio de Corkin y colaboradores (1997):
Fortalezas:
- Se utilizó una técnica con una buena resolución espacial.
- Es parte de un estudio de caso longitudinal, permitiendo hacer correlaciones entre el cerebro y el comportamiento.
Limitaciones:
- Siendo un estudio de un caso, no se pueden hacer generalizaciones a menos que otros estudios corroboren los resultados.
Nota: Este estudio se puede utilizar en preguntas relacionadas con:
- Tecnologías utilizadas para estudiar el cerebro con relación al comportamiento
- Localización de funciones en el cerebro
- Métodos de investigación – Estudios de caso
Referencia:
Corkin, S., Amaral, D.G., González, R.G., Johnson, K.A. y Hyman, B.T. (1997). H. M.’s medial temporal lobe lesion: Findings from magnetic resonance imaging. The Journal of Neuroscience, 17(10), 3964-3979).