ESTUDIOS DE BROCA (1861) Y WERNICKE (1874)

Descubrimientos iniciales sobre la representación del lenguaje en el cerebro y nuevas reformulaciones

Broca (1861) – Paul Broca, médico parisino, principalmente conocido por su trabajo relacionado con la localización del lenguaje expresivo en el cerebro en la que se ha denominado el “área de Broca.”  Hizo un análisis de un paciente llamado Leborgne, más conocido como Tan porque era la única sílaba que podía pronunciar.  Cuando Broca atendió al paciente en abril de 1861 había desarrollado gangrena y tenía 50 años.  Tan había sufrido de epilepsia y había perdido la capacidad de articular lenguaje hacía 21 años, poco antes de sus 30 años.  Diez años después comenzó a perder la movilidad de sus extremidades, comenzando por el brazo derecho hasta quedar también paralizado de la pierna derecha, evidenciando que su enfermedad neurológica era progresiva. 

Broca inició, entonces, un análisis detallado de Tan, haciendo entrevistas tanto a quienes lo habían conocido antes de perder el habla como sus padres.  También entrevistó a sus cuidadores, quienes lo habían atendido en un centro hospitalario, el Bicetre, durante los últimos 21 años, además de interrogarlo personalmente.  Esta indagación mostró que, a pesar de no poder hablar, su inteligencia inicialmente estaba intacta, al igual que su capacidad para comprender el lenguaje.  Sin embargo, sólo respondía diciendo “tan tan” y haciendo gestos con su mano izquierda, pero cuando no le comprendían sus gestos se enojaba.  Sin embargo, a medida que su lesión progresaba, su inteligencia también se fue afectando. 

Cuando Tan murió unos días después debido a la gangrena, Broca hizo una autopsia detallada de su cerebro, de la cual concluyó que el inicio de su lesión había sido la tercera circunvolución del lóbulo frontal izquierdo y que de allí había ido progresando hacia áreas aledañas del cerebro; esta área, hoy denominada “área de Broca” es la que presentaba más daño, especialmente en la mitad posterior.  Este primer caso, sin embargo, no fue el único que estudió Broca ya que hizo unos 25 adicionales como lo reporta Konnikova (2013), de los cuales realizó sus respectivas autopsias.  Lo anterior lo llevó a concluir en 1865 que la producción del habla se encontraba localizada en la mitad posterior de la tercera circunvolución frontal, también conocida como giro frontal inferior, del hemisferio izquierdo


Wernicke (1874) – En 1874 el alemán Carl Wernicke publicó un artículo en el cual hace una clasificación de los diferentes tipos de afasia (pérdida de las funciones del lenguaje), haciendo una correlación de éstas con las lesiones cerebrales respectivas, poniendo así los cimientos al estudio de las afasias.  En este artículo incluye 10 estudios de caso, tres de ellos clasificados como afasia sensorial, hoy conocida como afasia de Wernicke, en la cual se evidencian dificultades en la comprensión del lenguaje, contrario a la afasia de Broca en la que se muestran dificultades en el lenguaje expresivo.  En la afasia sensorial, aunque el paciente preserva su capacidad de hablar con un nivel adecuado de vocabulario, al hacerlo tiende a sustituir y distorsionar palabras.  De los tres casos mencionados, Wernicke hizo autopsia a dos de ellos, encontrando una lesión en la mitad posterior de la primera circunvolución temporal, también llamado giro temporal superior, del hemisferio izquierdo del cerebro.  Estos hallazgos fueron luego confirmados posteriormente por otros autores.  Esta área del cerebro es conocida hoy día como “área de Wernicke.”


Estudios más recientes sobre el lenguaje han llegado a la conclusión que las áreas de Broca y de Wernicke no serían las únicas dos áreas relacionadas con funciones de lenguaje.  Esto lo evidencia el análisis hecho por Dronkers y colaboradores (2007) a dos cerebros de los pacientes de Broca cuyos cerebros fueron preservados y a quienes les hizo RMEs.  Este análisis mostró que el fascículo arqueado y otras áreas de la corteza cerebral también están relacionadas con el lenguaje.  Adicionalmente, Tremblay y Dick (2016) han postulado la idea de que el lenguaje está distribuido en varias áreas cerebrales que están conectadas por diversos fascículos o vías de fibras neuronales, siendo un sistema mucho más complejo e integral que el modelo clásico que comprende las áreas de Broca y Wernicke, conectadas por el fascículo arqueado.  Existe mucha evidencia para esta propuesta de que existe una gran red de áreas cerebrales que soporta el lenguaje, algunas de ellas que anteriormente no se consideraba tuvieran un rol en el lenguaje.  Por último, se ha propuesto que el procesamiento del lenguaje también parece hacerse de manera diferente en los dos hemisferios; en el izquierdo se procesa la expresión y comprensión del lenguaje mientras que en el derecho los aspectos emocionales de éste relacionados con la prosodia y la comprensión emocional del mensaje (Gazzaniga y colaboradores, 2014).  Se podría decir, entonces, que el lenguaje, siendo una función compleja, requiere de la actividad coordinada de varias zonas cerebrales y que el daño causado a una de ellas va a alterar el lenguaje de una manera diferente.

Nota: Estos estudios se presentan como ejemplos de autopsias y estudios de caso.  Sin embargo, debido a que fueron realizado en el siglo XIX, no es conveniente utilizarlos para sustentar una respuesta en un examen internacional. 


Bibliografía:

Broca, P. (1861).  Remarks on the seat of the faculty of articulated language, following an observation of aphemia (loss of speech). Bulletin de la Société Anatomique, 6, 330-357.

Dronkers, N.F., Plaisant, O., Iba-Zizen. M.T. y Cabanis, E.A. (2007).  Paul Broca’s historic cases: high resolution MR imaging of the brains of Leborgne and Lelong.  Brain, 130, 1432-1441.

Gazzaniga, M.S., Ivry, R.B. y Mangun, G.R. (2014. Cognitive Neuroscience: The Biology of the Mind (4a. Edición).  New York. W.W. Norton & Company.

Konnicova, M. (2013).  The man who couldn t speak and how he revolutionized psychology. Scientific American.

Tremblay, P. y Dick, A.S. (2016).  Broca and Wernicke are dead, or moving past the classic model of language neurobiology. Brain & Language, 162, 60-71

Wernicke, C. (1874/1969).  The symptom complex of aphasia: A psychological study on an anatomical basis. En R. S. Cohen y M. W. Wartofsky (Eds.) Boston Studies in the Philosophy of Science, IV, New York: Humanities Press.

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